Cangas, una de las regiones vitivinícolas más desconocidas de España

Bella y sabrosa, este DOP merece una visita

El Monasterio de Corias, donde se introdujo el vino por primera vez en la zona

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Verde, mucho verde, es lo que caracteriza al suroccidente asturiano, una tierra montañosa dedicada tradicionalmente a la agricultura y ganadería, que alberga algunos de los bosques más espectaculares del Principado, como el de Muniellos . Pero en esta tierra también se esconde uno de los secretos mejor guardados de Asturias, sus viñedos.

El vino en el suroccidente asturiano vive un momento dulce. Su historia se remonta al siglo XI, y tras años en los que estuvo al borde del abismo, con una producción casi anecdótica, actualmente se están recuperando variedades de uva autóctonas y la calidad de los vinos que allí se producen es mejor que nunca.

Viñedos viejos, en algunos casos centenarios, conviven con viñedos que han sido plantados en la última década. Visualmente, l as viñas son espectaculares porque en muchos casos están situadas en terrenos relativamente altos en los que la pendiente llega a alcanzar el 30% de desnivel. Las vistas de los valles y los montes cercanos son inmejorables. Eso sí, para pasear entre las vides en algunas de las viñas hay que tener buen equilibrio y nada de vértigo.

No son muchos los que actualmente viven del vino en la zona, pero sí que esta bebida tiene en la mesa del suroccidente el mismo papel protagonista que tiene la sidra en otras zonas de Asturias. En gran medida, son los viticultores con un gran apego a la tierra, que compaginaron durante años el cuidado de las viñas de la familia con sus profesiones, a los que hay que agradecer que el vino de Cangas siga vivo.

Las bodegas de la DOP Cangas suelen situarse en bancales

Comarca Fuentes Del Narcea

Esta región vitivinícola cuenta con una DOP, Vino de Cangas , que cubre varios concejos, incluyendo Cangas de Narcea, el más extenso de Asturias, así como Allande, Grandas de Salime, Illano, Pesoz, Ibias, Degaña y parte de Tineo. Actualmente hay seis bodegas adscritas a la DOP: Antonio Álvarez-Chicote , Chacón Buelta , Monasterio de Corias , Vidas , Vitheras , y la última incorporación, Señorío de Ibias .

Además, otras bodegas que van por libre, como Dominio del Urogallo , también están cosechando éxitos con sus vinos. Asimismo, en otros concejos como Pesoz, en donde se encuentra el delicioso Museo Etnológico , no hay actualmente ninguna bodega, pero esos que han querido mantener la tradición familiar y producir vino para autoconsumo siguen cuidando sus viñedos. Y en pueblos cercanos, como Pelorde, los viñedos se pueden ver fácilmente desde la carretera general.

Se cree que fueron los monjes benedictinos del Monasterio de San Juan Bautista de Corias (Parador Nacional desde 2013) los que introdujeron el vino en la zona y hay documentos que atestiguan el cultivo de vides allí en el siglo XI. Y debido a la orografía del terreno, tan pendiente y montañoso, la automatización de labores es prácticamente inexistente y las vendimias se siguen realizando a mano.

Un buen recorrido para descubrir la viticultura heroica de la zona es comenzar en Cangas de Narcea. Una visita al Bar Blanco , que tiene en su carta de vinos muchas opciones para probar botellas de la zona, es una buena forma de familiarizarse con la producción autóctona. Las uvas más tradicionales en tintos –y aceptadas por la DOP- son Albarín Negro, Carrasquín, Verdejo Negro y Mencía, mientras que en blancos hay tres, Albarín Blanco, Moscatel de Grano Menudo y Albillo.

En esta zona, las vendimias se siguen realizando a mano

Bodegas Vidas

Paseando por Cangas, o incluso al pasar por la carretera general en coche, se puede ver como los viñedos están perfectamente integrados en el paisaje, rodeados de bosques y praderas verdes.

En Cangas se puede visitar el Museo del Vino , un pequeño museo situado en el barrio de Santiso. La historia del vino en Asturias está muy bien explicada, desde las tradiciones hasta las medidas en las que se medía el vino antiguamente, o los diferentes cuencos en los que se bebía el mismo.

Además, para disfrutar del paisaje vinícola, se puede seguir el Paseo del Vino , que comienza a los pies del museo. Es un recorrido asequible y llano, que transcurre a la orilla del río Luiña y desde donde se pueden observar distintos viñedos, algunos de ellos rodeados de glicinias violetas, preciosas en esta época.

En Cangas hay actualmente dos bodegas que ofrecen visitas regulares a sus viñedos y bodega, así como catas al finalizar la visita. La veterana Monasterio de Corias , que tiene visitas diarias, y la joven Bodega Vidas , que también tiene disponibilidad para visitas previa reserva. Y merece la pena escuchar de primera mano el inmenso trabajo que hay detrás de cada una de sus botellas, ver los suelos de pizarra y observar cómo, en los viñedos antiguos, las distintas variedades de uva están mezcladas, sin que haya ningún orden específico. Mientras, en los viñedos nuevos se plantan ordenados atendiendo a las variedades, en muchas ocasiones, en bancales, lo que facilita las labores de cuidado del viñedo no solo durante la vendimia, sino también en el día a día.

Por otro lado, en el concejo de Ibias está la bodega Señorío de Ibias , una bodega joven –su primera cosecha es 2018- que espera poder ofrecer visitas pronto. En esa zona se encuentran bonitos ejemplos de parrales de aldea, embelleciendo aún más las casas tradicionales de piedra.

El panorama para el vino de Cangas es optimista, además de las bodegas actuales, hay varios proyectos nuevos que están tomando forma y que pronto serán una realidad, por lo que merece la pena estar atento a las novedades .

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